«Necesito sentir a mi hija Ariadna cerca, y cada uno deberíamos hacer lo que nos haga sentir un poco aliviados, olvidarnos de los compromisos si no nos apetece estar en esos momentos, intentar rodearnos de personas que comprendan nuestras emociones, que sean empáticas, que nos abracen como únicas palabras..., poner un plato más en la mesa si eso nos ayuda, hablar con cariño de la persona que se fue, nombrarles por su nombre, recordando anécdotas, aunque lleguemos al llanto.., pensar en lo positivo que hemos vivido con ellos, y saber que han dejado de sufrir». (Olga).
«Yo necesito sentir que Luis está siempre presente; en nuestra vida cotidiana por supuesto, y en estas celebraciones aún más. La idea de que se olviden de él, que no le mencionen, ni le mantengan presente en nuestra vida, es un dolor añadido muy duro de soportar. En estas ocasiones, pero también a diario, me consuela encender una vela por él, y que hagamos un brindis en su nombre». (Victoria).
«Para mi familia, estas serán nuestras terceras navidades sin mi queridísima hija ESPERANZA, por eso hoy quiero seguir sembrando sus semillas, SEMILLAS de ESPERANZA, con intención de mitigar el dolor de las familias que están día a día sufriendo esta lacra». (Pilar).
«Es importante estar rodeado de gente que te quiere y no cumplir con compromisos que no queremos. Pedir ayuda si es necesario, y abrirte con quien tengas más confianza para no pasar este mal trago en silencio». (María).