«No quiero recordar a David por este último acto. Esto convencida que él no quería morir» TESTIMONIO DE LAURA – SUPERVIVIENTE DE DAVID

david, hermano laura superv

El día 16 de noviembre 2019, se conmemoró el Día Inernacional del Superviviente en el COP de Madrid. En ese día se leyeron varios testimonios de supervivientes. Laura, socia de la Asociación, nos regaló un testimonio muy emotivo dirigido a su hermano David.

El 13 de junio de 2014, a las 6:30h de la mañana, recibo una llamada y todo cambia. Mi vida cambia.

David, uno de mis hermanos, se había suicidado en Suiza, donde vivía con su mujer y su hijo de un año.

Me cuesta describir las sensaciones y sentimientos vividos en ese momento, así como en los días e incluso los meses posteriores, porque fue un golpe tan brutal, tan devastador que mi mente se ha refugiado en el olvido.

En ocasiones, y para huir de ese dolor, mi mente ha abandonado la realidad por pura supervivencia.

Fueron meses muy duros sintiendo un dolor absolutamente desgarrador, jamás imaginé poder soportar un dolor así, me sentía literalmente partida por la mitad.

Me sentía bloqueada emocionalmente, vacía, y a la vez me asaltaban deferentes emociones por momentos. Negaba lo ocurrido, el hecho de haber sucedido en Suiza y el no tener contacto diario, hacía que pudiese imaginar que él seguía allí.

Inevitablemente y en un duelo de este tipo, nos suceden muchas preguntas; en mi caso todas ellas sin respuesta. Fueron momentos agotadores, la cabeza no para ni un segundo de darle vueltas a todo.

Durante los primeros meses, a este inmenso dolor  se unió mi mayor preocupación: mis padres. Ver su sufrimiento me partía el alma, intenté encontrar la manera de aliviarles éste, y su dolor, incluso dejando a un lado mi propio duelo. Siento que me convertí en la madre de mis padres.

Yo he vivido un dolor silencioso, solitario, y de ahí que se haya complicado y alargado mi duelo. Ha estado basado en el tabú.

Soy consciente de mi dificultad a la hora de tratar y hablar de este tema y estoy en ello.

No quiero recordar a David por este último acto. Esto convencida que él no quería morir; él solo quería dejar de sufrir y es injusto que me haya tocado vivir esto, pero también sé que él no supo hacerlo de otro modo.

Quiero recordarle por lo que era, una persona súper especial, inteligente, generoso, divertido, alegre, reservado, perfeccionista, para mí el más guapo, dibujaba muy bien, le encantaba la música, fue profesor de matemáticas antes de irse a Suiza y sus alumn@s le adoraban. Era muy creativo, ingenioso y todo un padrazo.

No negaré que anhelo mi vida anterior a ese día, la vida sin David se me hace dura, desde que no está no hay un solo día que no recuerde su voz, su risa, su “¡Esa Laurita!”.

Pasado el tiempo, no siento que ese dolor haya desaparecido, simplemente creo que le he hecho un sitio y estoy aprendiendo a vivir con él, aprendiendo a vivir con su ausencia y atrapada en los recuerdos. Espero que allá donde esté, esté bien, tranquilo.

La vida sigue pero ya nada es igual. Yo seguiré hacia delante, haciéndole honor, porque él no pudo e intentaré ser feliz por mí y por él.

David, te echo tanto de menos …

El 13 de junio de 2014 a las 6:30h de la mañana, recibo una llamada y todo cambia. Mi vida cambia.

 

Laura.